jueves, 30 de enero de 2014

El Año Nuevo Chino.

Éste viernes,  31 de Enero empieza el Año Nuevo Chino. Esta fiesta es la más importante de las fiestas tracionales chinas. Lleva celebrándose más de cuatro mil años.

Nace a raíz de las antiguas celebraciones que marcan el final de la temporada de invierno y el comienzo de la primavera. Es una celebración de la tierra que vuelve a la vida y al comienzo del ciclo de cultivo. Por eso, también es conocida como la Fiesta de la Primavera.

El Año Nuevo chino no tiene una fecha concreta, pues está marcado astrológicamente por la luna nueva en acuário, por ello, pude ocurrir entre Enero y Febrero.

Cada año, es asignado a un animal de acuerdo con el Horóscopo Chino. 2014 será el año del Caballo de madera y augura un año de recogida de frutos de esfuerzos y cambios hechos en el año anterior (La Serpierte), de avances rápidos, de suerte.

Existen tradiciones en torno al Año Nuevo Chino como:

Limpiar. Las familias limpian su casa con escobas viejas que luego tiran para deshacerse de la mala suerte del año (después de la fiesta no se puede limpiar durante los primero días para no barrer la buena suerte que llegó).

Cortarse el pelo y comprar ropa nueva.

Solucionar todos los asuntos que tengas pendiente y pagar tus deudas.

Hacer adornos especiales. Con banderas rojas y mensajes de buena fortuna. Colgar el símbolo del "FU" en la entrada de las casas y ventanas para atraer la buena suerte. Decorar la casa con pinturas de flores, aves y mariposas que significan amor, fidelidad y crecimiento.

Se prepara un auténtico festín para el que se reúne toda la familia. Si alguien no ha podido venir, se le guardará un sitio en la mesa. Todo debe estar preparado a tiempo, pues los cuchillos se guardan al comienzo del año (según la tradición, usar un cuchillo durante los primeros días del año "corta" la buena suerte para el próximo año.

Respeto por los Antepasados. En la víspera de Año Nuevo, las familias van a orar a los templos y llevan ofrendas de alimentos e incienso para complacer a los espíritus de los difuntos y para que pueda entra la buena suerte. Ésta es una tradición que aún hoy se sigue manteniendo.

Se tiran petardos y cohetes para asustar la mala suerte y los espíritus.

A los niños se les entregan los hong paos o sobres rojos con dinero.

La celebración del Año Nuevo Chino que dura unos quince días se caracteriza por los globos y linternas rojos, los fuegos artificiales y la Danza del Dragón y terminará con la primera Luna nueva del año en el Festival de los Faroles.

En Madrid, la población china (y los que quieran también) podrá disfrutar de un desfile que comenzará a las 11.00 horas en la Puerta del Sol y llegará hasta la Plaza de España que se vestirá de rojo y habrá un escenario con diversos espectáculos. También habrá un mercadillo de artículos chinos y exhibiciones de Kung Fu.

Os dejo un artículo sobre cómo celebrar el Año Nuevo Chino para Españoles. Aquí.

Y si queréis explicarselo a vuestros hijos, hay un capítulo de Caillou en el que su amiga Emma lo invita a celebrar con su familia ésta fiesta. Aquí.

Bueno, ya vemos que muchas de las tradiciones chinas se parecen en parte a las que hacemos nosotros.
Espero que os haya gustado y os envío los "mejores deseos de y prosperidad" para éste Año Nuevo Chino
¡ Gong Xi Fa Cai !

miércoles, 29 de enero de 2014

Día de La Paz


Hoy se celebra en los colegios el Día de La Paz y nuestros hijos realizarán en calas diversas actividades entorno a este tema.

Nosotros los padres podemos reforzar esta idea en casa hablándoles y explicándoles, según la edad de personajes famosos por su llevar La Paz como bandera.
Estos tres ejemplos me parecen perfectos para educar en el valor de La Paz. 
Además, si son mayores, podéis aprovechar para hacer un video fortum con la recién estrenada pelicula Mandela.
Y si todavía son pequeños, podéis disfrutar de Pocahontas.

Que tengáis un buen día.








martes, 28 de enero de 2014

Mamá multitarea???????

Hace poco la famosa top model mundial Gisselle Bundchen publicaba ésta foto haciendo referencia a lo sacrificado que era ser madre y trabajar....

No sé si seguir, echarme a reír o llorar.....

Porque no sé vosotros pero yo también soy madre trabajadora, ama de casa, mujer y mamá. Y a mí no hay que me fotografíe para una portada ni del Diez Minutos...

En fin, Gisselle, qué te voy a contar yo que no sepas en tus propias carnes!. El ponerse le primero que pillas por la mañana para llegar a tiempo al cole, vestirse mientras: haces la cama, increpas a los niños para que se vistan, dejen de babear con la tele y se terminen el desayuno. O qué me decís de aquellos días en los que no se come, no por la dieta, sino porque toca comprar el regalo de cumpleaños de Fulanito y no hay otro momento que después de salir de la oficina y antes de llegar una hora antes al colegio para aparcar y comprar unas galletas y un zumo para la merienda. Todo ésto mientras piensas: "¿Qué le compro yo a este niño?; ¿Mañana tiene chandal Meganito?, ¡Que no se me olvide comprar cartulina blanca y recortar un animal para la clase de cono!".

Y mientras unas tienen la suerte de tener la piel hidratada, el pelo con mechas californianas y peinado con hondas naturales de plancha GHD; posan con vestidos de Óscar de la Renta, toda maquillada de Yves Saint Laurent, ropa interior de La Perla y zapatos Leuboutin.... Otras, sonríen por no mandar a la porra al jefe, colocándose bien el modelito de Zara que hemos conseguido encontrar medio planchado, sin pensar en la ropa interior desparejada de Primark, pensando en cuándo podrás ir a la peluquería para que te arreglen la coleta que te has hecho deprisa y corriendo por la mañana, sin que te diera tiempo a ponerte crema en el cuerpo y trastabillando con los zapatos de Mary Paz que ya toca cambiar. Lo de maquillar, ni mencionar el intento pero no puedo del espejo del coche.

Bueno, espero que me comprendáis pero anoche llegué al punto de no retorno cuando me tropecé con la fotito en cuestión después de haber tenido un momento de crisis: termina el informe que no has terminado porque tenías que llevar al niño al médico, lee el cuento de antes de acostarse, repasa la lección de ingles con la mayor, ordena el cajón de la entrada que rebosa de cartas, publicidad y anuncios...

JA! Me río de Gisselle Bundchent...

sábado, 25 de enero de 2014

Sólo para Madres.

Ser mujer no es fácil. Una frase que ha sido nuestra realidad durante toda la historia de la humanidad. Algo por lo que nuestras antepasadas han luchado denodadamente. Por lo que mucha gente quiere cambiar. Algo que ha día de hoy sigue siendo verdad. Y que, además, es una realidad fisiológica. Y no pasa nada. Yo no quiero ni tengo que ser como un hombre; no valgo, ni más ni menos por ello.

Ser mujer, muchas veces es un rollo. Las hormonas para arriba, las hormonas para abajo…. Los dolores por todo el cuerpo, la regla… Y qué me decís de depilarte! Porque aunque somos muy modernas y escuchamos cosas como "son imposiciones de la sociedad", la que más y la que menos, se las ve y se las desea con los pelos de su cuerpo (cabeza y más abajo). Y quieres estar mona y delgada y estilosa como las modelos de la revista, que todas dicen que lo suyo es "genético" y hacen mucho deporte… ¡Y una porra! Mi madre era muy delgada, mi abuela y mi tía un palo y yo engordo del aire (del aire y del pan, que me encanta) y hago deporte, tres horas a la semana y cuando llega la hora de ponerme biquini tiemblo. En fin…

Sin embargo, ser mujer es lo más maravilloso del mundo. Porque nadie como una mujer sabe lo que es tener un bebé en la barriga. La sensación de "burbujitas" cuando empiezas a notar a esa cosita preciosa que tienes dentro. Cuando se mueve al oírte hablar; la manía de tocarte la tripa todo el tiempo… Ver nacer una personita de tí misma es lo más emocionante que le puede pasar a una mujer. Y no puedo ni imaginarme lo que debe sentir una mujer que quiera y no pueda quedarse embarazada.

Recientemente llegó a mis manos (bueno más bien a mi Ipad) un libro extraordinario de Ann Hood titulado "El hilo rojo".  Retrata un grupo de personas que inician el proceso de adopción en China. Cuenta la evolución de las personas a lo largo del proceso, desde que se plantean la adopción, hasta que  les entregan las niñas. Y también cuenta la tragedia de aquellas madres asiáticas que se ven obligadas a separarse de sus bebés.

Me lo leí en tres días. Me emocioné tanto que no he podido evitar compartirlo con vosotros.

  

martes, 21 de enero de 2014

Queridos Reyes Magos: quiero un móvil!

No me puedo creer que yo no tuviera móvil hasta que empecé a trabajar y me compré aquel móvil prehistórico tamaño ladrillo, con la pantalla como un reloj de pulsera y con carácteres en negro.
Y lo mejor de todos es que ¡No lo necesitaba!. Salía, viajaba, me retrasaba, llegaba tarde al trabajo, me ponía mala… ¡Y no pasaba nada! Y ahora, en cambio, no puedo vivir si no llevo el móvil bien pegadito a mi mano, con batería suficiente porque cuando el indicador se pone rojo, empiezo a tener palpitaciones.

¿A vosotros no os pasa?. Es muy curioso.
Hace un tiempo, se me olvidó el móvil en el trabajo tooooodo un fin de semana y qué mal lo pasé, oye. Que era buscar y buscar a cada momento para ver los mensajes y cada vez que me acordaba que me lo había dejado me daba un vuelco el corazón. Creo que tuve "mono" y todo. Lo mejor fué llegar el lunes al trabajo y acariciarle entre mis manos como a un hijo más que se fué de campamento.
Un poco tremendo, de verdad.
Lo que pasa que éste síndrome (y digo síndrome refiriéndome a la definición médica de la palabra: conjunto de síntomas, que se podrían analizar en otro post a parte) ya empieza a apretar cada vez más pronto. De hecho, mi hija de 9 años lleva ya un año pidiéndome un móvil. ¿Os imagináis?. Ella se cree que para su comunión se lo regalaremos (cosa muy equivocada). Pero no quiere un móvil cualquiera, no, que ella quiere un Iphone y rosa para más señas. Madre mía que locura. Y yo, intentado razonar le digo: "pero vamos a ver, ¿tú para qué quieres un móvil?". a lo que ella, muy digna me contesta: "para llamarte cuando lo necesite". A lo que respondo: "Pero si tú siempre estás cerca de algún adulto que puede localizarme si lo necesitas". Y ella sigue intentando: "para mandarle un mensaje a mis amigas cuando quiera; o para llamar a la tía Manoli" Añade desesperada. Pero de momento, sigo encontrando buenos argumentos para negarme. Pero qué pasará dentro de unos años. ¿Cuando es la edad adecuada para comprarles el primer móvil?. ¿Y luego?

Los expertos establecen que la edad límite en la que se debería barajar la compra de un móvil propio a un menor es la comprendida entre los 13-14 años (esto va a depender de la situación particular de cada familia). Además, una vez que tu hijo tiene acceso al mismo, es necesario "enseñarle" a usarlo adecuadamente. Establecer unas normas específicas y asegurarse de que las cumple. Ponerle límites (tanto de saldo, como de uso). También es muy importante y responsabilidad nuestra vigilar su uso.

Tanto y más importante es ahora que en los nuevos móviles se utilizan para navegar por internet, hacer y compartir imágenes propias. Éste tema, es de vital importancia que lo vigilemos y lo hablemos adecuadamente. Los menores tienen que saber que es muy peligroso compartir ciertas imágenes personales o fotos de amigos con otros amigos y/o desconocidos.

Para aquel que quiera más información, podéis pinchar aquí para descargados una guía elaborada por la Comunidad de Madrid sobre el uso de nuevas tecnologías.

Antes hemos hecho broma sobre ello, pero es un asunto serio el hecho de que realmente existe la adicción al móvil. Para más información pinchar aquí.

Para terminar, hace poco leí una noticia que me pareció curiosa, a la par que interesante. Una madre regalaba a su hijo el tan ansiado Iphone pero para su uso, le obligaba a firmar un contrato un tanto curioso. Si queréis, podéis leerlo aquí.

miércoles, 15 de enero de 2014

Para mi hijo.


martes, 14 de enero de 2014

Nieve en Enero.

Dicen que sí no puedes con el enemigo, únete a el. Por eso, como plan familiar os propongo ir a la nieve.
Así, sin paños calientes.
Nosotros nunca habíamos ido. Es más, mi hijo pequeño no conocía la nieve cuajada y tiene seis años (lo cual era preocupante). Así es que unos amigos nos propusieron ir a la estación de Navacerrada. 
Y ahí estaba yo, compuesta y sin novio como quien dice. Pidiendo prestada ropa para los niños (Mi marido, muy consecuente, frenó mis ganas de ir al Decathlon); un montón de capas y ropa de cambio, juntó con unas botas de agua. Pues allí que nos fuimos....junto con media Comunidad Autónoma de Madrid, tengo que añadir.
Sin embargo, cuando llegamos y los niños empezaron a vislumbrar nieve a porrón y a reír, tirarse por las colinas nevadas (vale! Confieso que yo también me tire... Aunque sí no es por mi vecino que me frena me trago un árbol), etc; empece a divertirme.

Ya que estábamos aprovechamos para subir en el telesilla a lo alto de la pista y llegar a la Bola del Mundo, que es el punto más alto de toda la CCAA de Madrid.

Contemplar las vistas desde tan alto fue espectacular, sobretodo porque hacia un día soleado que hacia un contraste tremendo entre el azul del cielo, el verde de la sierra baja y el blanco de la nieve.
Para qué decirnos que mi hijo fue el que más disfruto. Descubrió lo que era tirarse por la nieve con una especie de pala y no paró de subir, bajar, subir, bajar....

Lo mejor, en mi opinión fue el viaje en el telesilla, de pronto no se escucha nada en absoluto, sólo esta el paisaje y el viento frío que te corta la cara. Genial.
Para terminar nuestro día, habíamos reservado en un restaurante de un hotelito de la estación y en una sala con chimenea nos cambiamos para tomar un riquísimo caldo caliente y carne para reponer fuerzas.
Y el final? Bueno, seguro que os suena.

sábado, 11 de enero de 2014

Planes de Fin de Semana: Una tarde de chicas.

De vez en cuando a mi hija le hace mucha ilusión hacer una tarde "de chicas" ya sea viendo una peli o haciendo algo especial nosotras.

Éstas navidades nos hablaron de "Princelandia" un lugar sólo para chicas donde abunda el rosa, la purpurina y que puede disfrutarse con las amigas para pasar una tarde de "ensueño".

Bueno pues decidimos quedar con unas amigas y hacer una tarde de "madres e hijas". Nosotras fuimos al centro que hay en Guzmán el Bueno, pero hay varios repartidos por Madrid. 
La verdad es que el sitio estaba a la altura de cualquier "princesa" todo rosa, plateado y plumífero.

Lo primero que hacemos cuando entramos y dejamos los abrigos y los zapatos es pasar al vestidor, quitarnos la ropa y ponernos unos albornoces (rosas, aquí todo es rosa. Abstenerse alérgicas al color) y ponernos unas diademas para pasar a la zona beauty donde te hacen la manicura (con acabado de purpurina y flores) y la pedicura. Después, peinado principesco (plomas incluídas) y maquillaje de cara, con purpurina "of course"
 Una vez que nos han puesto hipermegaguapas, toca ¡Disfrazarse!
Tutús, boas de plumas, lazos, coronas, guantes, varitas, collares…. un montón de posibilidades al cual más merengue para desfilar como una auténtica ángel de "Victoria´s Secret" en una auténtica pasarela, con música y fotos.



Todo un auténtico planazo para una tarde de sábado fría y lluviosa. Desde 10 € la hora, las niñas pueden tener una tarde de princesas con sus madres o con sus amigas (a gusto y sentido del humor) que puede completarse con merienda y karaoke.

¿Qué os parece la propuesta?. Yo particularmente la encuentro divertida y original. Un pasa más allá de las piscinas de bolas, aunque limitado para las niñas (aunque nos dicen que también son bienvenidos los chicos y hay disfraces de piratas, policías, etc. no sé yo si tanto rosa les emocionaría especialmente).

En fin, espero que os guste y si vosotros también habéis descubierto planes con niños en éstas fiestas podéis hacérnoslos llegar a sanbernardoampa@gmail.com.

miércoles, 8 de enero de 2014

Vuelta al cole después de Navidades.



Porque no nos vamos a engañar. Las Navidades son geniales y las vacaciones también, pero que levante la mano el/la que no haya pensado en pedirle a los Reyes Magos que se llevaran a sus vástagos aunque fuera un ratito.

Si, al principio cogemos las vacaciones como sí fueran lo más: no madrugar, ni correr, ni gritar con los deberes, ni pelear con la ropa.... Pero al final, seguimos madrugando porque, A. Tenemos qué trabajar; B. Los niños se siguen levantando pronto y te llaman para desayunar, poner la tele o porque sí. Terminamos corriendo porque hay muchas cosas que hacer (digase preparar fiestas, ayudar a los pajes, comprar ropa para nochevieja....). Gritamos porque dejan los deberes para el último día y ahí tenemos a algunos que ayer mismo los terminaran. Y, por supuesto, seguimos peleándonos con la ropa. Yo al menos, juro que en mi casa los cestos de ropa para lavar, los montones y la ropa suelta, se reproducen de una manera....

En fin, que ayer mientras preparábamos los uniformes, mochilas y meriendas, muchos de nosotros suspirábamos aliviados. Reconocedlo.

Reyes Magos


miércoles, 1 de enero de 2014

FELIZ AÑO 2014.



FELIZ AÑO NUEVO A TODOS.

Atrás quedó otro año más. Ayer fue el día de los besos, abrazos y, sobre todo, de las uvas.

Existen muchas tradiciones en torno a la noche de fin de año: llevar algo rojo, comer lentejas (para atraer la buena suerte);  poner una moneda en el zapato, brindar con champán, poner oro en la copa (para atraer dinero); dejar las maletas en la puerta (para viajar mucho en el nuevo año); escribir tus deseos en un papel y quemarlo al pasar las 12…. 

Sin embargo, la más extendida es la de comer uvas en las campanadas. Ya sabéis, eso de una uva por cada campanada. Intentando no liarnos con los cuartos, ni mirar al personal para no reírte y atragantarte, concentrarte en ir metiéndote una uva por campanada para que cuando se acaben las 12 señales sonoras, acabemos también nuestras uvas. 

Quien más y quien menos, simple hay alguna trampilla (pelarlas y quitarles la pepitas; comprar uvas en almíbar, comer gominólas e incluso aceitunas. Bueno, éste año he descubierto que un primo mío come cacahuetes. Esto no sé si dará el mismo resultado.. ya os lo diré el próximo año).

La tradición de las llamadas "uvas de la suerte" es una costumbre que empezó en España y se extendió a los países latinoamericanos. Existen dos versiones, una que fue una estrategia que se utilizó un año para dar salida a un excedente de este producto que había en la parte de Alicante. Pero la que más suena es aquella que decía que hacia 1880 la costumbre de la clase burguesa era terminar la cena de fin de año con uvas y champán. Por ello, un grupo de la clase media decidió "parodiar" ésta costumbre dando la bienvenida al año nuevo frente al reloj de la Puerta del Sol de Madrid comiendo uvas y brindando con champán. Éste gesto estuvo tan bien acogido que pronto empezaron a imitarlo en los demás municipios de España.

En mi casa éste año organizamos un plan de última hora y nos fuimos al pueblo de mi madre a despedir el año con mis tíos y primos, todos juntos en plan campestre total. 
La verdad es que no nos vestimos muy elegantes, ni llevamos nada rojo (creo que ni uno sólo, por lo menos que se viera..) pero si que hicimos algún que otro ritual para atraer la buena suerte en 2014. Mi prima trajo unos pergaminos en los que todos (mayores y niños) debíamos poner nuestros deseos para el año próximo. Después de las campanadas, en la chimenea fuimos, uno por uno, en orden de edad echándolo al fuego para que todos nuestros deseos viajaran por el aire y esperanzados de que se cumplan. 

A mí me tocaron preparar las uvas y, dado que tenía que llevarlas preparadas desde aquí, no pude repetir la fórmula del año pasado (una copa con las uvas a modo de cocktail).


Además quería que éste año, las uvas fuera un momento que nos diera fuerzas para cerrar un año no muy bueno, por lo que se me ocurrió hacer unos paqueteros con las doce uvas y un pequeño mensaje a modo de "mantra" inspirador para 2014.


Quince minutos antes de las campanadas cada uno eligió un paquete y todos leímos nuestro mensaje. El mío dice:
MUÉVETE. "El camino más largo comienza con un sólo paso". Proverbio Hindú.


Después todos intentamos el que más y el que menos, seguir el ritmo del "ding-dong", nos dimos besos y abrazos y descorchamos el champán para brindar, que al final terminó más en el suelo que en la boca.

Me encanta la noche de fin de año.
 ¿A que seguro que más de uno habrá escuchado alrededor de las 12 ésta canción?