miércoles, 1 de enero de 2014

FELIZ AÑO 2014.



FELIZ AÑO NUEVO A TODOS.

Atrás quedó otro año más. Ayer fue el día de los besos, abrazos y, sobre todo, de las uvas.

Existen muchas tradiciones en torno a la noche de fin de año: llevar algo rojo, comer lentejas (para atraer la buena suerte);  poner una moneda en el zapato, brindar con champán, poner oro en la copa (para atraer dinero); dejar las maletas en la puerta (para viajar mucho en el nuevo año); escribir tus deseos en un papel y quemarlo al pasar las 12…. 

Sin embargo, la más extendida es la de comer uvas en las campanadas. Ya sabéis, eso de una uva por cada campanada. Intentando no liarnos con los cuartos, ni mirar al personal para no reírte y atragantarte, concentrarte en ir metiéndote una uva por campanada para que cuando se acaben las 12 señales sonoras, acabemos también nuestras uvas. 

Quien más y quien menos, simple hay alguna trampilla (pelarlas y quitarles la pepitas; comprar uvas en almíbar, comer gominólas e incluso aceitunas. Bueno, éste año he descubierto que un primo mío come cacahuetes. Esto no sé si dará el mismo resultado.. ya os lo diré el próximo año).

La tradición de las llamadas "uvas de la suerte" es una costumbre que empezó en España y se extendió a los países latinoamericanos. Existen dos versiones, una que fue una estrategia que se utilizó un año para dar salida a un excedente de este producto que había en la parte de Alicante. Pero la que más suena es aquella que decía que hacia 1880 la costumbre de la clase burguesa era terminar la cena de fin de año con uvas y champán. Por ello, un grupo de la clase media decidió "parodiar" ésta costumbre dando la bienvenida al año nuevo frente al reloj de la Puerta del Sol de Madrid comiendo uvas y brindando con champán. Éste gesto estuvo tan bien acogido que pronto empezaron a imitarlo en los demás municipios de España.

En mi casa éste año organizamos un plan de última hora y nos fuimos al pueblo de mi madre a despedir el año con mis tíos y primos, todos juntos en plan campestre total. 
La verdad es que no nos vestimos muy elegantes, ni llevamos nada rojo (creo que ni uno sólo, por lo menos que se viera..) pero si que hicimos algún que otro ritual para atraer la buena suerte en 2014. Mi prima trajo unos pergaminos en los que todos (mayores y niños) debíamos poner nuestros deseos para el año próximo. Después de las campanadas, en la chimenea fuimos, uno por uno, en orden de edad echándolo al fuego para que todos nuestros deseos viajaran por el aire y esperanzados de que se cumplan. 

A mí me tocaron preparar las uvas y, dado que tenía que llevarlas preparadas desde aquí, no pude repetir la fórmula del año pasado (una copa con las uvas a modo de cocktail).


Además quería que éste año, las uvas fuera un momento que nos diera fuerzas para cerrar un año no muy bueno, por lo que se me ocurrió hacer unos paqueteros con las doce uvas y un pequeño mensaje a modo de "mantra" inspirador para 2014.


Quince minutos antes de las campanadas cada uno eligió un paquete y todos leímos nuestro mensaje. El mío dice:
MUÉVETE. "El camino más largo comienza con un sólo paso". Proverbio Hindú.


Después todos intentamos el que más y el que menos, seguir el ritmo del "ding-dong", nos dimos besos y abrazos y descorchamos el champán para brindar, que al final terminó más en el suelo que en la boca.

Me encanta la noche de fin de año.
 ¿A que seguro que más de uno habrá escuchado alrededor de las 12 ésta canción?




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